miércoles, 31 de agosto de 2011

a veces
sobramos,
no hay
lugar y
hay que
saber
irse y
uno
-una-
se pregunta
porqué
insiste
donde
no es.

lunes, 29 de agosto de 2011

Las palabras
dicen
lo que dicen y
lo que no,
dejan huella
que tambien
es surco.
Uno sabe
lo que dicen
las palabras
los silencios
las miradas.
Uno sabe,
pero no
siempre
uno quiere
saber.

viernes, 26 de agosto de 2011

beso
la punta
de tu dedo,
salada,
para que 
la herida
sane
pronto,
para que
ya
no duela.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Enredar
los sueños.
Regalar
placer.
Darnos.
Sentir que
por un momento,
lo que dure
el tiempo,
no hay
nada más
que importe.
Respirarte.
Beber
de tu cuerpo
todos los sabores.
Beberlos
sin parar.
Beberlos
como loca.
Sentirme
estallar.
Temblar
de excitación
ahora mismo.
Detener
el instante
en que
tu grito
se ahoga  y
tu sexo
mojado
late
en mí.

lunes, 22 de agosto de 2011

 La carne contra la carne produce un perfume, pero el roce de las palabras no engendra sino sufrimiento y división.Anais Nin (1903-1977)

domingo, 21 de agosto de 2011

Hace días que siento la mirada nublada.
Hace unos años, una conjuntivitis viral estropeó  mis córneas. Los primeros seis meses fueron de ceguera total y no recuerdo a nivel del cuerpo nada peor. Lentamente comencé a ver sombras, luego a distinguir figuras, objetos. Mucho, muchísimo más tarde pude volver a leer. Las córneas quedaron lastimadas.
 Mis ojos son azules, grandes y cambian un poco de color según el tiempo. Esto es: en días muy claros, son casi transparentes como el agua, en días nublados  grises, y así. De modo que es imperceptible para el mundo lo que sucede con mis ojos hacia dentro o con mi mirada hacia fuera. O eso creo y tal vez no sea así. Hay días que veo puntos, líneas o tengo sensación de movimiento donde sé que no lo hay.
Decía que hace días siento la mirada nublada. Pronto tengo cita con mi oculista, que no para de repetirme que haber sanado mis ojos en casi un ochenta por ciento es milagroso, y que mis ojos son hermosos. Y sé que me dice la verdad.
Pero la mirada nublada es otra cosa. El viernes en Buenos Aires, o al menos en algunas zonas, diluvió, salió el sol, granizó. Todo en períodos de tiempo muy breves. Yo dudaba que fueran mis ojos los que vivían esa maratón. Pero mis pacientes llegaban al consultorio haciendo todos la misma referencia en cuanto al tiempo, entonces supe que no solo mis ojos vivían lo que vivían. De todas formas, el diluvio y el sol y el granizo y la intermitencia de las emociones, me sacuden.
Hoy algo se empieza a aquietar en mí. Sorpresiva y afortunadamente. Me sentía estallar por dentro sin poder emitir un sonido ni hacer un movimiento.
Hoy el sol está claro, mis ojos azules, mis hijos jugando, mi compañero abrazado a mí ahora mismo y hace tan solo unos momentos traspasaba mis pupilas,  devorando mi orgasmo.
Y el aire vuelve a respirarse pausado.

sábado, 20 de agosto de 2011

Vengo a descubrir
no sin
dolor
que las palabras
no se piden,
como el amor
tampoco
se pide,
se da.
Ya no
quiero
palabras
por encargo.
Y de paso
miro hacia
dentro,
hago
silencio.

viernes, 19 de agosto de 2011

como si alcanzara
como si fuera suficiente
como si se tratara del momento
solamente
y no:
yo
necesito
palabras.

jueves, 18 de agosto de 2011

       Prefiero
    mil veces
       esta agitación
      aunque me cueste
      el aire,
      este palpitar
      enardecido,
      tu piel y
      tus pupilas
      incendiadas
     cuando suena
   el grito
   ahogado,
   tu aroma
   más
     íntimo,
      tu voz
      suplicante.
       Prefiero
       mil veces
       esperar
       toda la vida
       ese instante,
        y no
    la tortuosa calma
        la anorgasmia emocional
        la fe de erratas.

martes, 16 de agosto de 2011

No sé cómo
soy,
me descubro
siendo.
Me inicio
en el placer
más sublime.
Tampoco yo
nunca
jamás
había
sentido
así,
dando
placer,
sorbiendo
cada gota
sin más
nada
que importe
que esperar
que pedir.
Regalando.
Regalándome.

domingo, 14 de agosto de 2011

Me pierdo
en la noche
furiosa
al acecho
de tu nombre
tu boca
tu sexo
sediento y
el mío
impetuoso y
ya no
regreso.
Allí
me quedo
dormida,
extasiada.

sábado, 13 de agosto de 2011

Ella llegó como todos los domingos,
de visita
breve.
Antes las visitas no eran breves.
Antes la mujer no era pequeña ni arrugada ni necesitaba de todos,
para cada una de sus necesidades fundamentales.
Antes,
ahora sí.
Ella, su  nieta llegó de visita breve como todos los domingos.
Pero esta vez no recibió una sonrisa ni unos brazos abiertos.
Sólo una mirada sin brillo que pronto se dirigió al suelo.

Le pregunté qué le pasaba.
-tengo muchos problemas,
siento pudor.
Me dijo.

viernes, 12 de agosto de 2011

Rosita  está disgustada. Se calzó los suecos dorados con plataforma, se puso el vestido de volados con flores verde manzana y la blusita amarilla que sabía que tan bien le quedaba. Recogió su cabello en un moño precioso y con la carterita roja a lunares, salió a comprar lechuga y zanahorias. Rosita sabe que los viernes ,Pepino aprovecha la feria que se arma en la placita y va con su bolsa a buscar los tomates de Don Alberto. Pero cuando salió a la calle se encontró con un diluvio universal que le desarmó el peinado y le estropeó el moño y para mal de males la feria ese día,de tanta agua, no venía.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Tarde insomne
de caricias
murmuradas
al oído,
de palabras
endulzadas
a la boca,
y miradas
exudadas
a los ojos.

martes, 9 de agosto de 2011

El mundo
se cae
a pedazos
se desarma
se asesina y
yo
me pierdo,
me deshago
en tu boca.
Qué lujuria.

lunes, 8 de agosto de 2011

No puedo
arrancarme la piel
los ojos
los dientes
el perfume.
Ahogar
mi sexo.
No puedo gritar
tu nombre.
No puedo
congelar la mirada.
No puedo ser más
que puro presente.
Y está bien.

domingo, 7 de agosto de 2011


Es temprano: está amaneciendo.
Voy a hacerlo de este modo: tomaré un desayuno liviano-café con leche ,más leche que café, casi una lágrima y una rebanada de pan blanco. El pan negro desde que tomo la medicación para que mi glándula tiroidea funcione, quedó por fuera de mi dieta posible. Aunque es absurdo que en este caso piense en este detalle. Precisamente hoy mi glándula tiroidea no tiene importancia .Y ya no importará. Ya no será necesario que cumpla su tarea, que regule las funciones de los órganos de mi cuerpo. Qué absurdo resulta todo hoy. Mi glándula tiroidea no va a importar más ni el nódulo que crece allí endemoniado. El nódulo tampoco. Ya nadie va a maltratarlo .De todas formas, el pan será blanco. Y luego la ducha será caliente, pero
la última lluvia: helada, para que el cabello quede brilloso. Procuré teñirlo antes de ayer. Ahora, precisamente ahora, luce caoba. Sí, finalmente me atreví  a hacerlo de ese modo. Caoba intenso. Y tampoco esto tendrá importancia. Pero hoy sí. Hoy importa. Y mis uñas: están cortas y rojas. Cortas porque aparentemente seguirán creciendo aunque yo me detenga. Esa idea me espanta. Así que: cortas, muy cortas. Llevaré puesto mi vestido blanco, el de las margaritas amarillas bordadas y cuello redondo y mis sandalias al tono. Hoy
por primera vez: no llevaré cartera. No llevaré más nada. Sólo me llevaré a mí misma si no me peso. Me iré conmigo. Lo haré en cuanto esté acabando esta lágrima. O antes. Lo haré ahora mismo.
PD: no me busquen.

  Encontraron la casa desierta.
  Había restos de comida, el café se hallaba todavía tibio, la cama deshecha.
  Sobre la misma, era visible un sobre blanco sin inscripción alguna.
  Se retiraron lentamente y en silencio.



sábado, 6 de agosto de 2011

Hoy
adivino
un par de
ojos
claros
que miran
una boca
roja
que suspira y
anhelos
en el fondo
de la botella.

jueves, 4 de agosto de 2011

Quiero

Si acaso estás jugando
si llevaste el juego hasta ese punto
porque yo no aceptaba nada menos
bueno
juego
me gusta
sigo
quiero.
No podría jurar que yo hago más.

(Idea Vilariño,1 de abril de 1968)
Reunir
los cuerpos.
Rozar
los ojos  la boca  la piel
los sexos.
Palparlos
con la yema de los dedos
con la lengua y
el olfalto.
Sentir
la respiración
pausada o 
agitada,
sedienta.
Saber
que se puede
decidir 
permanecer
gozar o
retroceder.
Que nada
nos priva de
vivir.
Que nada
nos
prive.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Hay días 
que el pasado
me persigue y
me alcanza y
no me suelta y
pierde su dimensión
de historia y
es puro presente y
entonces yo
vivo entre los golpes
mis desaparecidos,
los muertos.
Hay días oscuros,
de una oscuridad
maldita y quiero
pero no puedo,
no puedo abrir
mi ventana
dejar pasar
el aire y
lavar un poco
tan solo
un poco
la memoria.