domingo, 1 de enero de 2012

Primero de enero.

Ya pasaron los festejos y quedaron los restos. En las calles, en los rostros de la poca gente que camina, en mi mesa.

Tanta expectativa y saludos de fin de año, despidiendo algo y recibiendo otro algo que es casi lo mismo salvo porque por alguna razón el treinta y uno de diciembre cerca de las doce parece ser el momento de renovar ilusiones. O la ilusión. Los afortunados tienen ilusión y brindan con su mejor sonrisa. Atrás quedaron las infinitas discusiones familiares sobre cómo y dónde festejar, cuando en realidad se trata de qué se festeja. La vida, a fin de cuentas. Los que no están no tienen esa dicha.

Quiero un ventanal con vistas al mar
como una vez me regalaron
tan amorosamente.
Lo quiero en su literalidad.
Me veo frente a esa inmensa ventana,
de pie mirando ese mar,
o un lago.
Me veo sola
por poco tiempo
pero el necesario para estar
en mí
cada vez.
Me veo escribiendo
en una mesa de campo inmensa
ubicada frente a la ventana
que hace un momento me tuvo
de pie.
A mi izquierda, la biblioteca,
mis libros.
Veo a mis hijos.
El deseo agitado
me recuerda que estoy viva
que soy,
pero también me desespera.
Ahora mismo veo mis dedos en el teclado,
frenéticos,
veo mis ojos cerrados,
me veo dormir.

11 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Todo estará en orden. Todo.

Bss.

Ernesto Laguna dijo...

"Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar lo cierto..."
Silvio Rodríguez

Carmela dijo...

Tienes razón Loba, lo que se festeja es la vida y tenemos esta costumbre de hacerlo los 31 de diciembre a las 12 de la noche, cuando en realidad es algo que deberíamos hacer cada minuto de nuestra vida, de la que tenemos, de la que momento a momento gastamos y de la que no sabemos cuando terminará. Creo que nos debemos a nosotras mismas vivirla intensamente cómo si fuera el último minuto y creo tambien que se lo debemos a quienes queremos y a quienes nos quieren y tambien a los que quisimos, nos quisieron y ya no pueden vivir la suya.
Desesperar es indicativo de que se tienen esperanzas y eso es magnífico.
Un beso

Dany dijo...

Vos lo decís....la manera de comprobar que estamos vivos es sentir deseos. Un beso y buena vida.

Axis dijo...

Qué hermosa te ves!!!

Mil besos lob!!!
ya sabés,
te deseo
tanta,
tanta dicha!!!

TORO SALVAJE dijo...

Aquí aún queda un día de festejo.
Pero pronto pasará.

Y todo volverá a ser gris.

Besos.

guille dijo...

Tienes una manera de verte que me gusta.
Esa ventana en lago o mar parece envidiable.

Sentir el deseo es imprescindible para saborear la vida.

Quedan los restos de las comidas, pero festejar lo debemos saber hacer cada día.

Anónimo dijo...

epoca de balances, solo eso, lo malo lo tiramos junto con los envases vacios y lo bueno lo ponemos a resguardo,como en una cava.
chin chin!!!!!quedese tranquila que este año va a estar todo bien loba!!
Tigre

desnudamentehumana dijo...

son elecciones
hay gente que elige festejar en las fiestas standard
y otros que nos inventamos fiestas porque nos da la gana. el primero de enero es un buen o mal día para festejar igual que cualquier otro.
besos gigantes

pd ya te dije que el lago no me va, pero el mar... aun en invierno te acompaño.

Anónimo dijo...

Qué no lo empezamos tan mal, o sí?bien, vos dirás.
Gracias !
martes de copas????
besos

Anónimo dijo...

Antes que me digan que no doy la cara(alguien la da?), soy Ana, y olvidé poner el gancho arriba.
Otro beso