He visto
lo que no he querido ver
pero lo he visto
como tanto que
no quieriendo saber,
he sabido.
He visto un cisne
en la noche blanca.
He sabido que
ver un cisne
no podía ser
buen presagio
(los cisnes son de temer).
Me ha clavado
la pezuña de hielo
como una daga.
El corazón me ha sangrado
hasta la mañana
cuando he recogido
mis zapatos de taco
alto,
los de brillo,
colorados.
He visto un cisne,
se ha hundido en mí y
ha hincado su veneno
en mi poema
que resiste
a morir.
sábado, 29 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
sábado, 8 de septiembre de 2012
miércoles, 5 de septiembre de 2012
martes, 4 de septiembre de 2012
sábado, 1 de septiembre de 2012
Recuerdo a la niñita el verano pasado
Ardía bajo la luz clara
de noche
Sudaba
La niñita dorada
sudaba
un hilo por la espalda
hasta los muslos
la entrepierna
El cuerpo caliente
la invitaba a una danza con el ciprés
Una rama gruesa
apoyada sobre la hierba
Allí danzaba la niña
recostada en el árbol
Bailaba al ritmo de las hojas
Se restregaba mojada
prohibida
mientras la luna
Ardía bajo la luz clara
de noche
Sudaba
La niñita dorada
sudaba
un hilo por la espalda
hasta los muslos
la entrepierna
El cuerpo caliente
la invitaba a una danza con el ciprés
Una rama gruesa
apoyada sobre la hierba
Allí danzaba la niña
recostada en el árbol
Bailaba al ritmo de las hojas
Se restregaba mojada
prohibida
mientras la luna
Suscribirse a:
Entradas (Atom)