El cuerpo habla y
a veces llora
a gritos
lo que está
guardado
en la tumba
del faraón.
Llora
los ancestros
las manos y los pies
pulverizados
los ojos
sangrantes
los sueños
rotos:
\Me he visto en un carro a ninguna parte y he llamado a mi padre.Le he pedido:no me dejes caer en fauces de cocodrilos voraces .
Pero nadie estaba allí con cara de padre mío,
que estás entre mares
de lunas aladas.\
El piano
canta melodías
en nuestras cabezas,
delineando fragmentos
de carne ,
de sexo desfibrilado:
los bemoles, mujer
son tu orgasmo
sabroso
que brota a borbotones
sobre mí ,
cuerpo de pavo
real .