Rosita decidió visitar a un nutricionista
por recomendación de Anibal el verdulero,
porque aunque él dice que las gorditas son guapas
ella siente que si la mandó al nutricionista
tan guapa ella no debe estar,
porque los rollitos se le escapan por la panza
que siempre deja al descubierto
debajo de las flores turquesas de la polerita nueva.
Además el mini short de rayas al tono
que tanto la entusiasmaba
no le cierra y le han saltado los botones
y ya nada queda de sus pompis
que merecieran el primer lugar en el concurso de pompis
el último verano en la feliz.
Digamos que las lindas pompis estan crecidas por demás,
que casi se podría proyectar un film allí \erótico dirían algunos
pero que a Rosita no le resulta sexi
aunque Anibal le diga
que sus pompis son las más lindas
y que ese short le queda de rechupete.
Al fin de cuentas,
por algo le dijo él
que fuera al nutricionista.
El dice que más por ella que por él,
pero en cualquier caso, Rosita se puso a dieta hipocalórica
y se la pasa a chauchas zanahorias y pepinos
que Anibal le trae con amor de la verdulería.
y que pronto a Rosita
acabarán saliéndole por las orejas.