Hacía tiempo que Rosita
no salía de paseo.
Aburrida andaba
de closed,
pero de sus pompis
prominentes al viento,
nada de nada,
y es sabido
que si algo pone feliz
a la coqueta Rosita,
son las calzas floreadas
y los moños a lunares,
para lucirlos desparramando
exhuberancia
y toda esa sensualidad
que la habita.
Así fue que
sin pensarlo
ni un minuto más,
guardó en un frasquito
todas las lágrimas
derramadas por Aníbal,
que mucho la ilusionó
pero poco y mal
la quiso,
y salió al ruedo
vestida más linda
que nunca.
No olvidó
sus tacones plateados
porque la noche
estaba en pañales
y plateado
iba bien con la luna.
Carterita al tono y al hombro
le pintó la calle Corrientes.
Feliz estaba Rosita
en su salsa más rica,
cantando al ritmo
de sus bonitos zapatos
una melodía pegadiza:
Aníbal, compadre….
....
8 comentarios:
Me gusta cuando sale como prosa en la lista de seguidores. En definitiva, para mi, es una narración. Está muy lindo. La venganza de Rosita.
Así me gusta, que Rosita olvide los naufragios y salte al ruedo a burcarse alegrias.
un brindis:
por las rositas del mundo,
que aunque simples
desparraman alegrías
con el vaivén de sus caderas,
el hamacarse de sus faldas a lunares,
el viento moviéndoles el moño,
y el despecho por ese aníbal,
transfigurado en pasión.
(scorn not the simplicity...)
seguramente anibal piensa otro tanto parecido...rosita no le da mas pelota.
afectuosos saludos!!
Tigre desmayado
Que aproveche el tiempo Rosita.
De aquí unos el único que la acompañará será el bastón.
Besos.
Bien por Rosita...
Nunca hay que olvidar, por más Aníbales que nos hagan llorar, la belleza de los moños a lunares y los zapatos bonitos.
Eso.....que salga con sus mejores ganas a demostrar que no hay Anibal que la pueda hacer sufir.
Anibal era un lobo y Rosita no le cree al lobo.
Bs, Anibal.
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