Podría decir que escucho al viento que los álamos silban en mi mañana blanca de encaje y
sin puntilla.
Podría decir que todo lo que respiro
huele a sándalo en mi almohada .
Decir que te busco en los tejados
haciendo sombras con la luna.
Podría decir que ahora mismo
no te quito los ojos y
estaría diciendo
verdades ,
sin embargo no es eso
lo que quiero decir
se parece al pecado concebido
pero no.
Es color magenta, no rojo.
Esa diferencia es sustancial
para pensar el asunto.
No habría dificultad si fuera rojo.
Sabríamos de inmediato de qué se trata,
pero es magenta.
La impronta del violeta
me remite al baño de un café
en la avenida Rivadavia.
No es lo mismo que rojo.
Podría decir que muero,
que estoy muriendo ahora mismo
que mientras escribo estas letras
también ellas mueren
y ya no significan,
que las palabras se evanecen
y sería cierto solo parcialmente.
Algo muere en este acto
y también algo se inventa
quiero decir magenta.
Podría decir entonces que escucho al viento, que los álamos silban en mi mañana blanca de
encaje,
pero lo que quiero decir
es que estas desnuda en mi cama
oliendo bien oliente
a sexo en mis dedos.