martes, 30 de octubre de 2012

Tu nombre
en el vaivén
de mi mano

En el hueco que separa las costillas. Justo en el centro.
Entra en la yema del dedo gordo de la mano izquierda.
El pulgar hacia arriba presionando suave. Ahí. Es un sitio angosto. Estrecho. Donde las lágrimas ajustan cuentas. Donde algo habla con algo. Algo es interpelado hacia dentro.
Luego la conversación o la furia se detienen. Van a detenerse en algún momento. Las gotas recorrerán tres caminos posibles: 1-brotar a borbotones por los ojos sangrantes(esto les sucede a los del llanto fácil o largamente contenido), 2-depositarse en algún lugar del estómago hasta evaporarse  mediante proceso natural o artificial, 3-mearse ( las gotas se mean).
Pero ahora están ahí, en el huequito que cabe en el pulgar de la mano izquierda. Procuro disolverlas con un masaje porque soy ingenua. Esa es la presión suave que mencionaba. Y acompaño el movimiento, de inhalaciones y exhalaciones. Diez veces o también once o doce.
Me sobreviene el mareo propio de los que saben que van a morir la noche y entonces me mantengo en vela. Hace días y noches que me mantengo en vela. Velando.

Caben todas las penas cuando son hondas, como dagas en un cuento de noche buena.
(foto: Man Ray)

sábado, 20 de octubre de 2012


Foto:

Una niña descubre el mundo

en la exploración

de una hoja

de otoño.

La niña  

sin dientes de leche

sabe que

lo que importa


cabe

en su mano.

domingo, 7 de octubre de 2012


Hay un momento en que la vida se precipita. Voy de nuevo. Hubo un momento en el que mi vida se ha precipitado. Que vendría a ser lo contrario de  estar detenida. Yo estaba detenida suspendida entre paréntesis paralizada y luego mi vida se ha precipitado. A veces es un acontecimiento. Voy otra vez. No está claro que haya sido solo un acontecimiento. Posiblemente fueron varios, una sucesión de acontecimientos o una sucesión de otra cosa. El asunto es que me he precipitado, salido del adentro asfixiante  con rejas gruesas como garrotes. Tendría mucho miedo. Otra vez. Tenía mucho miedo. Fuera había tiburones y cocodrilos. Había serpientes. Las serpientes se metían entre las rejas , en mi cuarto mi cama. Se metían entre mis piernas. Mordían mi sexo mi adentro me sangraban el corazón se quedaban a vivir .Solo quedaba un cuarto de baño pequeño a salvo. Para encerrarse en él. Encerrarse aún más. Encerrarme aún más y sentirme a salvo. Sentirme a salvo de las serpientes que me devoraban también los ojos .La mirada. Hace años que yo andaba ciega. Y entonces parece que es de pronto que la vida mía se precipita pero tengo la sospecha de que no .Hoy se empapa de lluvia desnuda. Hoy me desnudo bajo la lluvia y  el cuadro que no es estático se completa con el cuerpo desnudo de la mujer que amo. El cuerpo desnudo de la mujer que amo y ríe a carcajadas tal vez sintiendo también, que parece posible.

sábado, 6 de octubre de 2012


Pesa menos
Gusta mas
con ella
cerca
al lado
dentro,
la poesía el cine el teatro la calle la cama la mesa
la mañana .