martes, 19 de febrero de 2013

La lámpara de sal es color durazno como un fuego encendido
entre humos de palo santo.
Bailan los duendes de la noche con sus palomas mensajeras
lanzadas al viento.
Los besos se desparraman y hacen falta muchas bocas
de aires no huracanados.
Los mensaje llegan de todas formas,
se envían a los destinatarios con seguro contra sustracción o pérdida
Los humos me hacen perder claridad en la retinas,
pero la mirada acontece en la memoria .
LLevo una brújula para hacer un viaje a los confines de mi vida, la nuestra,
y no me austa llegarme al final, sin dientes ni pelos,
acompañada y compañera de la mujer que amo.
Las palomas dicen
Las palomas dicen
L a s p a l o m a s d i c e n : t e e s p e r o c a d a n o c h e d e m i v i d a.

6 comentarios:

Javier López-Gomis dijo...

Enorme deseo y gran nostalgia el de este poema. Muy bello e imaginativo.

Este verso me encanta especialmente: "pero la mirada acontece en la memoria".

Un placer encontrar tu blog.

Besos desde Madrid.

Anónimo dijo...

Había una vez
una puerta abierta

La paloma la ella
cuenta su noche
fuera de la jaula

Del otro lado del miedo
-dice-
hay otro lado
y del otro lado
-lo sabe-
hay una mujer
encendida en duermevela
que la espera

Malena dijo...

Que nos quite el eterno miedo al final. ¿Se le puede pedir algo más al amor?

TORO SALVAJE dijo...

Eso es insuperable.
Lo mejor de lo mejor.

Besos.

Anónimo dijo...

Muy pero muy hermoso.
Quiero.
Miles de besos
Ana

Carmela dijo...

Ese fina....te espero cada noche de mi vida...es el verdadero sentido de una vida.
Un beso