lunes, 18 de febrero de 2013

Trato de buscar el tono y no lo encuentro, andará por ahí , perdido en algún sitio.
Me convocan las lagunas mnésicas de los últimos tiempos. Y la cuestión del tono no es menor, porque no tengo intención de hacer una especie de tratado de la mala memoria.Pero ando con el asunto perdido o tal vez olvidado.Voy a dejar el tema a un lado, a ver si solo golpea mi puerta o entra sin más, de prepo.Prepo me delata.Entonces:es el momento en el que empieza algo parecido al monólogo interior que no ha de interesarle a nadie, ni a mi misma y que no obstante, tengo conmigo. Autoerotismo puro.Y me pregunto cosas poco relevantes en general pero que por alguna razón , a mí, que soy una excitada compulsiva y crónica, me agitan.Así es como voy perdiendo el hilo hasta llegar al mismísimo pozo ciego de mi materia verde musgo, como las ojeras que tengo pintadas en la cara, producto de luchas cuerpo a cuerpo sostenidas, inacabadas. Y ojo aquí, que una cosa es la cosa y otra cosas es. Bien.Creo que esto fue todo. Desbrujulé.

8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Calma entonces.
Mira las estrellas y rebrujuléate.

Besos.

Lila Biscia dijo...

desbrujular...
pffff
es un verbo que no sé si existe para la rae, pero debería. es precioso.

besos

Darío dijo...

Está bien bajar al pozo, desde allá se empieza a valorar la luz, creo. Un abrazo.

Sarco Lange dijo...

No fue necesario, estábamos arriba de los almendros, tú en el de la derecha y yo en ninguno, pero la brújula está hecha de amaneceres, las focas, sus primas marinas, cantan ópera, Lina, ÓPERA.

Bs.

Garriga dijo...

me gustás desbrujulada, y no sabés cómo.

Humberto Dib dijo...

Vengo poco, lo sé, pero me voy con la intensidad propia de tus palabras. Concuerdo con la mayoría, habría que establecer ese verbo.
Un abrazo.
HD

Garriga dijo...

y una cosa más, para mi, encontrar el tono, es encontrar el alma, la tensa cuerda motriz del texto, no encontrar el tono es como desafinar en la gran orquesta del universo que nosotros somos.

Malena dijo...

Cosa jodida no encontrar el tono, pero peor aún es perder el pulso.