miércoles, 24 de julio de 2013


Olía a menta o tal vez fuera tierra mojada lo que ella   

goteaba

ese dulzor ácido de las hembras en celo
 

Ahora siempre los almendros

tendrán el sabor

de su cuero y de su adentro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...


Ella sabía almendrar

Oleaba y solía orillar la tierra

hasta que humedecía su nombre
sus letras goteaban
una a una
mar adentro


L

Ernesto Laguna dijo...

Grande.

Sarco Lange dijo...

Qué poemazo....
QUÉ POEMAZO!

Besos.

Carmela dijo...

Precioso, Loba, precioso.
Un beso