domingo, 18 de marzo de 2012



El cuerpo habla y
a veces llora
a gritos
lo que está
guardado
en la tumba
del faraón.
Llora
los ancestros
las manos y los pies
pulverizados
los ojos
sangrantes
los sueños
rotos:


\Me he visto en un carro a ninguna parte y he llamado a mi padre.Le he pedido:no me dejes caer en fauces de cocodrilos voraces .
Pero nadie estaba allí con cara de padre mío,
que estás entre mares
de lunas aladas.\ 
 
El piano
canta melodías
en nuestras cabezas,
delineando fragmentos
de carne ,
de sexo desfibrilado:
los bemoles, mujer
son tu orgasmo
sabroso
que brota a borbotones
sobre mí ,
cuerpo de pavo
real .


6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

En sueños aún llamo a mi madre.
Y no viene.
Claro.

Sarco Lange dijo...

Cuando "no se oye, padre" es preciso pintarnos canas en el cabello y llorarlo todo. Es un aseo de lujo. Y de sangre.

Bs.

Darío dijo...

Hermosa música de fondo para la noche que esperamos...

desnudamentehumana dijo...

el cuerpo, habla y llora,
permitiendonos ser a través de él
y nos regala encuentros inolvidables.
hermosa melodía suena en estos versos.
un beso.

Axis dijo...

El cuerpo que te deja hasta cierto punto cometer equivocaciones, hasta que te hace notar que ya no podés tratarte tan mal, alejándote de lo que realmente querés.
Te sacude y te empuja a estar mejor, a acercarte al placer de estar en donde querés estar.

Beso lobahermosa!!!

Anónimo dijo...

Homenaje

Y entré en tus brazos
Entré
en mis brazos
en tus blandas sábanas
en tu noche
Tiernas
solas
feroces
Entré en tu sombra
en tus horas
antes que después
Entré