sábado, 11 de mayo de 2013

Los ojos se chinan
en la noche penumbrosa
de besos silenciosos.
Hoy tengo frío. Tiemblo.
A veces me rechinan los dientes y
no se si es por frío o por sueño.
Tal vez  sea susto.
El abismo delante.
En la punta del pie.
Me precipita,
corta el aire
Ahora tirito.
No hay manta ni piel
que arrope.
Hay suspiros
que mecen.
Quedaron esparcidos
en mi cama y en la almohada.
Los ojos se humedecen .
Se hacen charco.
Una gota de sangre
desliza la mejilla .
Salto. Agito golondrinas.
Me persiguen en bandadas.
Me conducen a la montaña
porque en lo alto,
según se anda diciendo,
se esconde el deseo.

6 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Si vas al baño piensa en el agua que te adormece...C.....

Anónimo dijo...

Eso es la vida que está llena de caminos tortuosos y para llegar al final de ellos debemos pasar duras pruebas, tropezarnos, cargar con pesadas mochilas... hasta llegar a esa dorada y deseada cima

En mi propia tinta dijo...

Me volviste de cuajo a lo más primario
Así de vos , la cosa
Besos querido Sarco!

En mi propia tinta dijo...

Caminos y caminitos
Hay de todo
Acá en buenos aires ha clareado
Abrazo a través del océano directo a los pies

Darío dijo...

Hay un viaje iniciático al deseo...

f dijo...

el deseo, loba
se esconde en todas partes,
en cada vuelta de piel,
en las huellas de los dedos,
en las papilas de la lengua,
en el brillo de los ojos...
subir o bajar?
lo mismo da...