En el hueco que separa las costillas. Justo en el centro.
Entra en la yema del dedo gordo de la mano izquierda.
El pulgar hacia arriba
presionando suave. Ahí. Es un sitio angosto. Estrecho. Donde las lágrimas
ajustan cuentas. Donde algo habla con algo. Algo es interpelado hacia dentro.
Luego
la conversación o la furia se detienen. Van a detenerse en algún momento. Las
gotas recorrerán tres caminos posibles: 1-brotar a borbotones
por los ojos sangrantes(esto les sucede a los del llanto fácil o largamente
contenido), 2-depositarse en algún lugar del estómago hasta evaporarse mediante proceso natural o artificial, 3-mearse ( las gotas se mean).
Pero ahora están ahí, en el huequito que cabe en el pulgar de la mano
izquierda. Procuro disolverlas con un masaje porque soy ingenua. Esa es la presión suave
que mencionaba. Y acompaño el movimiento, de inhalaciones y exhalaciones. Diez
veces o también once o doce.
Me sobreviene el mareo propio de los que saben que
van a morir la noche y entonces me mantengo en vela. Hace días y noches que me
mantengo en vela. Velando.
Caben todas las penas cuando son hondas, como dagas en un
cuento de noche buena.
(foto: Man Ray)
5 comentarios:
La pena nos mantiene. Apenas dormimos, velamos. Nadie sabe el tiempo de la pena. Un abrazo.
Excelente texto y ni hablar de la foto. Ahora es bueno mantenerse en vela ante las penas, para saber como actuar, hasta que pasen.
abrazos totales.
Me fumo las lágrimas mientras allí afuera un poeta anciano demuele la noche a golpe de versos.
Un beso C.
bueno lobita
si que es lindo tremendamente lindo
preciosamente
hermosamente
si que me gusta
lobita
y me hace acordar a pizarnik
" los 4 puntos cardinales son 3 el norte y el sur
Y otras, forman lagos internos, donde nadan sirenas...
Un beso, Loba
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